La nanofiltración es un tipo de proceso de filtración de membranas que utiliza una membrana con poros muy pequeños para separar los solutos disueltos del agua en base a su tamaño y carga. El tamaño de los poros en nuestras membranas de nanofiltración están en el rango de 0.005 µm a 5 nm, que es más pequeño que el tamaño de la mayoría de los iones y moléculas disueltos pero más grande que el tamaño de la mayoría de los virus y bacterias.

En un proceso de nanofiltración, el agua que contiene solutos disueltos se pasa a través de la membrana bajo presión. Las moléculas de agua, que son lo suficientemente pequeñas para pasar a través de los poros de la membrana, se filtran, mientras que los solutos disueltos más grandes se retienen. Esta separación se basa en el tamaño y la carga de los solutos, así como en su afinidad por el material de la membrana.

La nanofiltración se utiliza en una variedad de aplicaciones, como el tratamiento del agua, la fabricación farmacéutica y el procesamiento de alimentos. A menudo se utiliza como una alternativa más efectiva y selectiva a los métodos de filtración tradicionales, como la ultrafiltración o la ósmosis inversa, que son menos selectivos y requieren una mayor presión para funcionar.

Uno de los principales beneficios de la nanofiltración es su capacidad para eliminar selectivamente solutos disueltos específicos del agua, mientras que retiene otros. Esto permite un control más preciso sobre la composición del agua filtrada y permite la producción de agua de alta pureza para una variedad de aplicaciones.